LABIO FISURADO Y PALADAR HENDIDO

Corresponde a la malformación congénita facial más común, con una incidencia de aproximadamente 1 caso para 700 nacimientos. Se puede presentar como una fisura aislada de labio, fisura de labio y paladar o incluso una hendidura únicamente del paladar.


El diagnóstico y tratamiento de estas anomalías requiere intervención inmediata e interdisciplinaria desde la etapa de recién nacido, con el fin de prevenir consecuencias irreversibles en la adolescencia y adultez, como alteraciones de la audición, del lenguaje y por supuesto consecuencias estéticas.
Las fases de tratamiento de manera general se contemplan a continuación:


• Audición.
• Cirugía de labio.
• Cirugía del paladar.
• Desarrollo del lenguaje.
• Rinoplastia.
• Injerto óseo alveolar.
• Cirugía Ortognática.

CIRUGÍA DE MANO

Esta fundamental estructura puede presentar diversas patologías, tanto inflamatorias, como tumorales y traumáticas, entre otras; las principales áreas con objetivo de intervención se describen a continuación:

• Tendinitis, dedo en gatillo, Tenosinovitis de DeQuervain.
• Sindrome de túnel del carpo y otros síndromes compresivos.
• Fracturas, luxaciones y lesiones ligamentarias de la mano.
• Deformidades congénitas de la mano.
• Tumoraciones (quistes o tumores de partes blandas).
• Contracturas y deformidades adquiridas en la mano.
• Lesiones Tendinosas.
• Lesiones cutáneas (injertos y colgajos).

QUEMADOS

En esta área podemos intervenir oportunamente las secuelas de quemaduras en diferentes zonas faciales o corporales, devolviendo la funcionalidad y armonía estética a la región comprometida.

Mediante la corrección de cicatrices y/o liberación de áreas con contracturas, producto de lesiones por quemadura, es posible devolver con la mayor estructuralidad posible, las características anatómicas y funcionales al tejido lesionado.